Recinto de Ferrocarril de TalTal. Taltal - CHILE
La localidad de Taltal tiene su origen en el descubrimiento del cantón salitrero de Taltal, que efectuara el pionero José Antonio Moreno por la década de 1850. El poblado creció en base a las instalaciones mineras y al puerto que edificara Moreno por 1858, para explotar y exportar el mineral. En virtud del tratado de límites de 1866 entre Chile y Bolivia, Taltal se convirtió en la localidad más septentrional de Chile. En virtud de la importancia estratégica de Taltal, y para fomentar la industria del nitrato, el gobierno chileno dispuso en 1877 el trazado y el poblamiento de la ciudad, la que fue creciendo y desarrollándose en medio de la nada, gracias a la inmensa riqueza de los cantones cercanos, Taltal y Aguas Blancas. Taltal fue, como Iquique y Pisagua, un gran puerto salitrero.
El Ferrocarril Salitrero fue construido por The Taltal Railway Co., empresa inglesa con sede en Londres. La obra se realizó a partir de 1882, con rapidez, eficiencia y calidad. En 1889 la línea llegó a la estación terminal: Cachinal, a 149 kilómetros de Taltal.. El ferrocarril tenía ramales a todas las oficinas de la región. Conjuntamente con la red ferroviaria, la compañía construyó infraestructura portuaria en un área de unas 15 hectáreas. Las instalaciones comprendían cinco muelles, bodegas, carboneras, maestranza, andenes, casa de máquinas, y un stock de material rodante que llegó a constar de 560 carros y 22 locomotoras.
Permanece en pie el Muelle Nº2, que es el último de los siete muelles de carga que tuvo Taltal. Tiene una longitud de 120 metros y un ancho de 12, y descansa sobre 33 cepas de 4 pilotes cada una. Es de estructura metálica con envigado transversal y longitudinal de madera; los pilotes son de acero. La estructura fue fabricada en Inglaterra y montada in situ. Podía soportar dos locomotoras con sus carros cargados de salitre, y embarcar el producto por sus dos bandas, a través de buzones que aún es posible distinguir. Sobre la cubierta del muelle quedan las ruinas de dos grúas a vapor que operaban en la carga y descarga. La Municipalidad de Taltal ha gestionado con el Fondo Nacional de Desarrollo Regional un proyecto de restauración del Muelle, que permitirá su conservación y uso peatonal.
Aledaño a la infraestructura de transporte estaba el conjunto residencial y las oficinas, que sigue una tipología característica, de casas aisladas, de madera, en un clásico estilo inglés de ultramar, que conjuga el bungalow de la India con elementos del georgiano. La mayoría son de pino oregón.
El ferrocarril soportó dificultosamente la crisis y decadencia del salitre y fue vendido en 1956 a Carlos Rumié, empresario dedicado al rubro del desguace de salitreras. Por entonces, funcionaban sólo tres Oficinas de la zona: Alemania, Flor de Chile y Chile. Ellas fueron expropiadas y entregadas a SOQUIMICH en 1971. En 1974, se restituyó el ferrocarril a Rumié, quien procedió al desarme de las instalaciones. Ella se detuvo por 1982, cuando la quiebra de la empresa Rumié puso el reducido activo en manos de la Sindicatura de Quiebra.
El Decreto Supremo 1294 declaró monumento histórico toda la superficie de terreno que poseía la Sucesión Rumié y las construcciones por entonces en pie, a saber: el Policlínico, la Casa de Administración, la Casa Central (o Gerencia), la Casa del Superintendente de locomotoras, la Casa del Jefe de Almacenes y la casa del empleado de tráfico; además del Muelle Nº2. El Decreto Supremo Nº1221, del 10 de mayo de 1979, había declarado además en la categoría de monumento histórico la Locomotora Nº59 a petróleo, que fue importada en 1906 por el Ferrocarril Salitrero.