Información sobre Zapallar
En un principio Zapallar formaba parte de la Hacienda Catapilco. Su dueño, don Francisco Javier Ovalle, hizo construir en la caleta una bodega, que le sirviera de residencia durante sus estadías en el lugar. En la caleta, Ovalle embarcaba la producción de la hacienda.
Cuando en 1884 se hizo la repartición de bienes de don Francisco Javier Ovalle y doña Isabel Vicuña, la hijuela de Cachagua, dentro de la cual se ubicaba Zapallar, fue adjudicada a sus hijos Olegario y Juanuario; este último vendió su parte a su hermano. Don Olegario siempre había tenido predilección por Zapallar y se empeñó en transformarlo en un balneario hermoso y elegante, al estilo europeo, para lo cual visitó diversos balnearios del viejo continente.
Se puede decir que la fundación de Zapallar como balneario fue en 1892, año en que don Olegario obsequió el primer sitio a don Manuel Valledor. Hacia 1906 habían llegado a Zapallar numerosas familias, de las cuales la mayoría se había instalado en el borde costero.
Los años entre 1907 y 1924 fueron de intensa actividad y auge en el balneario, construyéndose gran cantidad de casas de veraneo, que se realizaron en diversos estilos: colonial, neogótico, rústico, etc. En general primóel eclecticismo, producto de la fuerte influencia europea en esos tiempos. Algunas de las más destacadas son las casas de don Manuel Vicuña Subercasseaux y la de don Carlos Aldunate Solar, construidas en 1912 y 1915, respectivamente, por el arquitecto Josué Smith Solar. También es destacable la de don Alvaro Casanova, un extravagante pintor que construyó un castillo con torreones y puente elevadizo. Está también la enorme mansión de don Carlos Werner, y la casa estilo bávaro -la casa Hildesheim- mandada a construir por doña María Luisa Mac-Clure.
Durante estos años también se realizaron importantes avances en infraestructura y en los espacios públicos. Se construyeron paseos, bajada a la playa, etc. En 1917 se edificó la Iglesia, frente a la cual, a mediados de siglo, se instaló una pila de bronce que perteneció a la orden de Las Clarisas y cuya antigüedad data de 1682.
Los elementos que se conjugan para hacer de este balneario un entorno especial son diversos.
El tipo de vivienda más usado fue la "villa", ya que por sus características: agrado y confort del interior, amplios jardines, vistas dirigidas a la naturaleza, etc., era la que mejor cumplía con las condiciones requeridas por sus propietarios. Las familias que edificaron las primeras casas de Zapallar pertenecían al nivel socio económico alto de nuestro país, a la "elite criolla", y como tales, buscaban en estas mansiones el mismo confort que tenían en sus residencias de cuidad. Muchos de los propietarios actuales son los descendientes directos de las familias fundadoras del balneario, lo que ha favorecido la conservación de su carácter tradicional.
Por otra parte, la totalidad de las casas están ubicadas dentro de amplios terrenos, de manera tal que hay una perfecta armonía entre ellas y el entorno natural que las rodea. También aparece como una característica particular el especial cuidado que se puso en el diseño de las fachadas, las que se encuentran enriquecidas con variados elementos decorativos.
Todos estos elementos, unidos a la belleza de la bahía, el entorno natural que la rodea y la particularidad de las antiguas casas de veraneo, se conjugan para hacer de este balneario un lugar agradable y hermoso, que ha conservado la tradición a lo largo del tiempo.
Se puede decir que la fundación de Zapallar como balneario fue en 1892, año en que don Olegario obsequió el primer sitio a don Manuel Valledor. Hacia 1906 habían llegado a Zapallar numerosas familias, de las cuales la mayoría se había instalado en el borde costero.
Los años entre 1907 y 1924 fueron de intensa actividad y auge en el balneario, construyéndose gran cantidad de casas de veraneo, que se realizaron en diversos estilos: colonial, neogótico, rústico, etc. En general primóel eclecticismo, producto de la fuerte influencia europea en esos tiempos. Algunas de las más destacadas son las casas de don Manuel Vicuña Subercasseaux y la de don Carlos Aldunate Solar, construidas en 1912 y 1915, respectivamente, por el arquitecto Josué Smith Solar. También es destacable la de don Alvaro Casanova, un extravagante pintor que construyó un castillo con torreones y puente elevadizo. Está también la enorme mansión de don Carlos Werner, y la casa estilo bávaro -la casa Hildesheim- mandada a construir por doña María Luisa Mac-Clure.
Durante estos años también se realizaron importantes avances en infraestructura y en los espacios públicos. Se construyeron paseos, bajada a la playa, etc. En 1917 se edificó la Iglesia, frente a la cual, a mediados de siglo, se instaló una pila de bronce que perteneció a la orden de Las Clarisas y cuya antigüedad data de 1682.